En este caso el cliente disponía de un espacio que quería aprovechar para colocar unas mesas y que estas estuvieran protegidas del sol.
Velas Alicante realizó un estudio de la ubicación de la estructura y del anclaje de los mástiles concluyendo en la superposición de dos velas triangulares que proporcionaban la superficie velica necesaria para proteger el espacio reservado a tal fin.
Otro de los condicionantes del trabajo es que el cliente deseaba poder quitar las velas y ponerlas a discreción, la solución vino en la colocación de tensores manuales usados habitualmente en el mundo de la náutica.
